Una historia con muchos Londres es ideal para los días de otoño y para los que pensamos que uno nunca se cansa de esa ciudad, como decía Samuel Johnson (gracias, Irati, por darme a conocer esta referencia). Y es que Schwab nos plantea una historia con tres (o más) Londres, muy iguales pero muy diferentes en tanto a geografía, política, y magia. Una magia muy oscura que te atrapa metafórica y literalmente, al menos a los personajes.

Es el segundo libro que me leo de la autora, y aunque no me ha fascinado tanto como el primero (La vida invisible de Addie LaRue, que explora la psique y el miedo a morir y hacer algo en la vida de una forma increíble), tengo ganas de continuar con esta trilogía.

Me quedo con curiosidad sobre qué hará Lila ahora que es libre, en qué líos se meterá el príncipe Rhy (un personaje que espero que se explore un poquito más en general, porque me ha parecido algo plano y muy arquetípico en el sentido de "niño rico que se aburre y liga con todo lo que se mueva"), y por supuesto, qué ocurirrá con Kell.