Desde luego, muy diferente a lo que Myriam suele escribir, pero a veces está guay salirse de la zona de confort.

Pensaba que todo el rollo slasher me iba a echar más para atrás, sobretodo por los primeros capítulos, que están llenos de drogas y formas de relacionarse que no me molan nada. Pero es que es increíble cómo Myriam consigue que algo que normalmente no me gustaría, gracias a su lenguaje y a la manera en la que hace que los personajes se autoanalicen (y tú con ellos; ojito que este es duro incluso sin haber pasado por las mierdas que vive la prota, así que si habéis tenido relaciones muy chungas y problemas con el alcohol/tabaco/autoestima, porfa, con cuidado), me acaba conquistando. 

Pero claro, es que, cómo no va a hacerlo con ese lenguaje fanfiquero que siguen teniendo sus novelas.
Y esto es algo que siempre destacaré de Myriam. Se nota la evolución en su escritura, pero me encanta que perdure ese lenguaje. No sé describirlo, pero quien haya vivido en el mundo fanfiquero sabe a qué me refiero perfectamente, y espero que sea algo que os guste tanto como a mí. 

No hay mejor lenguaje para destripar (jaja, destripar porque es un slasher) a tus personajes psicológicamente, tanto para lo bueno como para lo malo; y por supuesto, no hay mejor que el lenguaje fanfiquero para escribir escenas porno de calidad que no dan arcadas. Lo bien que me lo paso yo leyendo las escenas guarras de Myriam no tiene nombre. Y las románticas con todos sus clichés y referencias a la cultura popular. Gracias, siempre, por mantener ese espíritu vivo.

De hecho, creo que terminaré diciendo que si dudáis si leeros esta novela, os preguntéis lo siguiente: ¿Os gustó la historia de Myriam en "Fandom of Our Own"? Si es que sí, ya estáis tardando en leer "Hasta que su muerte nos separe".

Yo, mientras tanto, seguiré comprando los libros de Myriam sin leerme la sinopsis, tengo claro que no me hace falta.